lunes, 19 de mayo de 2008

El aborto como un tema de salud pública

Retomo un tema discutido por décadas, sobre todo entre movimientos de mujeres e instancias de derechos humanos: el aborto. A pesar del tiempo, esta discusión no ha involucrado a la mayor parte de la población hasta el día de hoy que se ha tomado en cuenta en la Asamblea Constituyente. Por esto, el objetivo del texto es colocar el problema del aborto clandestino e inseguro en la arena del debate plural y público, para tener la posibilidad de construir un criterio desde la información –siendo esto un derecho- y no en prejuicios morales, dogmas religiosos y fundamentalismos político-ideológicos.

Esto no significa ir en contra de credos religiosos o posturas ético-morales, sino reconocer que los extremismos y la falta de diálogos no conducen a soluciones justas. Para ello, recojo elementos controversiales acerca del aborto y algunos datos que permiten visualizar la urgente y necesaria discusión profunda.

Con un total de cien mil firmas llegaron el 26 de marzo a Montecristi los representantes de las iglesias cristianas del país para pedir que penalicen el aborto y, entre otros, no aprobar los matrimonios y las uniones de hecho entre homosexuales y lesbianas, según dijo el pastor Nelson Salas.

Para contextualizar un poco el hecho tomaré ciertos puntos históricos: Durante los seis primeros siglos de cristiandad, el aborto no era considerado homicidio porque se pensaba que la infusión del alma, requisito para convertirse en ser humano, se daba después de la concepción: a los 40 días en varones y 80 en mujeres (Hurst, 1993 en Cárdenas, 2005). De hecho, no fue sino hasta 1869, con el Papa Pío IX, que el aborto fue considerado homicidio por la iglesia, apoyando la visión de que se es persona desde la concepción. Esto no se instituyó sino hasta 1917 con el Código de Derecho Canónico que excomulga a la madre y a quienes provocaron el aborto (Cárdenas, 2005). Un señor nombrado por ciertas personas dedicadas a la cristiandad tiene el derecho de declarar y decidir cuando empieza la vida? Qué es homicidio y que no?.

La Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir ha hecho grandes aportes al esclarecer que la Iglesia Católica no se limita al Papa y los obispos y que el Papa no es infalible en todo lo que diga sobre cuestiones morales. Solo es infalible cuando proclama o ex cathédra una doctrina, la que deben aceptar todos los miembros de la iglesia.

En este tema la controversia más grande radica en el derecho humano a la vida. Quienes están en contra del aborto defienden la vida del feto y quienes están a favor, la de la mujer. Así, se vuelve difícil el encuentro entre perspectivas. Mientras se discuten temas esencialistas sobre cuándo surge la vida: desde la concepción, desde el embrión, desde que el cuerpo está formado, desde la infusión del alma, etc., la vida de millones de mujeres -claramente vivas bajo cualquier punto de vista- corre peligro y se enfrenta a la muerte cuando deciden abortar y no encuentran las condiciones seguras para hacerlo. Este es un tema crucial para entender el problema del aborto.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren cerca de 100,000 mujeres en el mundo por abortos inseguros (OMS, 1997). Se estima que en América Latina, cerca de 4 millones de mujeres al año acuden al aborto clandestino y que el 12% de defunciones maternas se deben a abortos ilegales e inseguros, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte materna en la región (PAHO, 2002). Ecuador no es una excepción. El CONAMU registra que el aborto es la segunda causa de mortalidad materna en el país.

El 29 de marzo se realizó una marcha convocada por los movimientos denominados Pro vida en Ecuador, favorables a la penalización del aborto. Para responder a esta demanda, que divide también a Acuerdo País, Fernando Cordero, vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ratificó que esos temas no serán incluidos en la nueva Constitución. “No nos harán enfrentar con ningún ecuatoriano. Nosotros lo damos por superado”, indicó.

El arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, los líderes de las iglesias cristianas y evangélicas, Ansony Rosas y Francisco Loor, respectivamente, el Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos, la Vicaría de Familia, Casa de la Vida y Fundación Familia y Futuro han organizado marchas de adhesión y recogen firmas de apoyo.

La Asamblea está dividida en este tema. Las asambleístas Diana Acosta y Rossana Queirolo, Cristina Reyes (PSC) y Anabella Azín (Prian) acompañaron a Arregui y decenas de embarazadas a una caminata por las calles de Guayaquil, el martes, en celebración del Día del Niño por Nacer. “No podemos tranzar en nuestros principios”, declaró Acosta porque para ellos el caso no está cerrado.

Entonces al ser el aborto una práctica prohibida, no se practica? Las cifras muestran lo contrario. Tampoco puede suponerse que la legalidad del aborto inste a mujeres que no desean abortar -por su religión, su posición moral o sus deseos de tener un/a hijo/a- a que lo hagan. La penalización del aborto conduce a que miles de mujeres en Ecuador y el mundo, acudan a centros clandestinos e inseguros para abortar, o que lo provoquen ellas mismas introduciéndose artículos que deriven en la pérdida del feto, exponiéndose a grandes riesgos, como su propia muerte.

El presidente Rafael Correa durante una entrevista con la prensa nacional y extranjera, indicó que, como católico, no podría admitir una Constitución que permitiera el aborto y que, si eso sucediera, sería el primero en hacer campaña en contra en octubre de 2007.

Antes, el 26 de septiembre de 2006, durante una visita a HOY, en la cual “chateó” con los lectores, respondió a uno de ellos: “Soy pro vida, soy católico practicante, estoy contra el aborto, pero, como mandatario, debo obedecer la voluntad del mandante”.El 21 de marzo añadió que es favorable al matrimonio gay y contrario a la inclusión de Dios en la Constitución.

Respecto de este debate, que tiene como centro Guayaquil, el alcalde Jaime Nebot expresó que está en contra de la legalización del aborto “porque solo Dios dispone de la vida”, pero acepta el aborto terapéutico y apoya la inclusión del nombre de Dios en la Constitución. “El laicismo no es ausencia de credo. Es libertad de credo”, señaló.

Se puede dar evidencia que el aborto –clandestino e inseguro- es una realidad que atañe a millones de mujeres, así como a sus familias, ya que muchas de las que enfrentan el aborto, ya tienen hijos/as, están casadas o tienen pareja (PAHO, 2002). Vale reconocer la importancia del debate sobre el aborto en el marco de la salud pública y los derechos humanos de salud reproductiva –para mujeres y hombres. Así como de justicia social porque las mujeres más afectadas son las más pobres. No quiere decir que las mujeres con más recursos no aborten, pero tienen dinero para pagar un aborto seguro, aunque sea clandestino.

El 86.5% de mujeres entre 15 y 24 años no usaron métodos anticonceptivos en su primera relación sexual. Sólo el 6.7% usó condón, y el 38.6% no lo usó, principalmente, porque no conocía sobre anticonceptivos estos fueron los resultados de CEPAR en el 2006. Es contradictorio esperar que las mujeres no queden embarazadas cuando no lo desean si es que no tienen la información adecuada para prevenirlo y protegerse.

El 54.1% de mujeres no casadas pensaron que no quedarían embarazadas en su primera relación sexual. Se equivocaron, porque no sabían. La falta de acceso a información sobre salud reproductiva, a las formas de prevención tanto de embarazos como de enfermedades de transmisión sexual, la deficiente educación y las limitaciones en el acceso a métodos preventivos (por su silenciosa distribución y costos) son un factor fundamental en la discusión sobre el aborto.
¿Por qué imponer ser madre a una joven que no sabía que podía quedar embarazada, que no lo deseaba y que, además, no tiene las condiciones para criar una persona? ¿Por qué obligar a una mujer que ya tiene hijos/as a tener uno/a más, cuando su situación económica se lo impide? ¿Por qué exigir a una mujer violada (que puede ser niña aún) hacerse cargo –sola- de una vida humana fruto del maltrato y no del consentimiento? Según el CONAMU el 26.4% de las denuncias presentadas en la comisaría de la mujer entre enero y junio de 2004, correspondían a mujeres violadas sin embargo, muchas mujeres no denuncian la violación y la principal razón es la vergüenza (40.8%,) lo que habla de un subregistro importante.

Abortar no es un deseo, es una necesidad. Por ello existe el derecho humano de madre y padre a decidir el número y espaciamiento de hijos/as que desean tener, a ser garantizado por el Estado, reconocido ya en 1968 por la Primera Conferencia Mundial por los Derechos Humanos. Fue ratificado en 1974 por la Conferencia de Población de Bucarest. Este derecho es violado por la penalización del aborto y la limitada educación sexual, así como por el restringido acceso a métodos anticonceptivos. Más aún, el acordado durante la Conferencia del Año Internacional de la Mujer, celebrada por la ONU en México 1995 donde, además, se reconoció la integridad física y autonomía sobre el cuerpo de la mujer, incluyendo la maternidad opcional (Freedman e Isaacs, 1993). También son violados los compromisos internacionales acordados en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo del Cairo en 1994 y en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, 1995, donde se reconoció la necesidad de tratar el tema de la salud reproductiva incluyendo el aborto inseguro (Rodríguez, 2005). Estos son sólo algunas de las resoluciones sobre derechos de la mujer y reproductivos a las que Ecuador y la mayoría de países se han adscrito.

Bibliografía:
Cárdenas, Guadalupe El aborto y el amor a Dios, Revista Conciencia Latinoamericana, Vol. XIV, No.11, Julio 2005.
Código Penal, De los delitos Contra la Vida
Faggetti, Antonella (1986) La moral cristiana y el aborto.
Freedman e Isaacs (1993) Derechos Humanos y elección reproductiva en el derecho internacional, Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos, Boletín No.43 Rosado, María José (2005)
Pensando éticamente sobre concepción, anticoncepción y aborto, Revista Conciencia Latinoamericana, Vol. XIV, No.11, Julio.
Foto tomada de Google

2 comentarios:

Jes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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