jueves, 11 de junio de 2009

Rastros Libertarios


Quito sembró la semilla y América siguió el ejemplo.



Salinas: ¿Traicionero o traicionado?



Fecha y lugar de nacimiento:
Urcuquí, 1 de Febrero de 1771
Fecha y lugar de fallecimiento:
Otavalo, 18 de Octubre de 1836
Nombres de sus padres:
Dr. Gaspar Ante y Donoso (Quito) e Isabel López de la Flor y Grijalva (Ambato)
Títulos académicos:
Dr. en Derecho Civil y Canónigo



La historia siempre tiene dos caras. Según el historiador Manuel María Borrero, autor de "Quito Luz de América", manifestó: “Salinas fue uno de los traicionados por los factores negativos de la contrarrevolución y claudicó oprimido por las circunstancias de que se vio rodeada la revolución por obra de los Marqueses y nobles de la Junta Suprema de Gobierno, establecida equivocadamente por los verdaderos patriotas”.

La otra cara se refleja en la historia de Antonio Ante quién se sintió traicionado por sus compañeros Juan de Dios Morales y Salinas que no lo secundaron en su intento de una lucha armada y evitar la reposición del conde Ruiz de Castilla en su gobierno.

Lo que marcó su vida fue su servicio a la milicia. A los 22 años se enroló en el ejército de la Real Audiencia de Quito, donde participó y protagonizó la represión del levantamiento indígena de Otavalo, cuyo final fue el ahorcamiento de los cabecillas Francisco Hidalgo y el Gobernador de los indios de Atuntaqui, Manuel Sánchez.

Antes de adquirir el grado de Capitán, entre 1778-1779 fue ayudante de la Comisión de Límites. Allí adquirió la reputación de valiente por su actuación en las guerras con tribus salvajes orientales como los Omaguas y Maynas.

Además, era considerado un oficial inteligente y pundonoroso. Fue concertado por los patriotas de Quito siendo uno de los más entusiastas y activos propagandistas de la causa. En 1808 se reunió en Chillo, propiedad de Montúfar, escenario donde se estableció una Junta Suprema que decidiría los destinos de la presidencia de Quito. A pesar de que actuaron con cautela, sus intenciones fueron descubiertas.

“El error de Salinas fue ser demasiado franco y confiar en que su secreto estaría a salvo con el Padre Mercedario Torresano”, comenta la historiadora Soledad Castro, “Torresano le confió a su compañero de orden, Padre Polo, quien a su vez le contó a José María Peña y Peña lo denunció a Manzanos, que en ese entonces era Asesor General de Gobierno”. “Pero sus compañeros consideraron a esto como un acto de traición”, concluye Castro.

Como consecuencia fue encerrado en el Convento de la Merced. El expediente fue sustraído en un acto de patriotismo liderado por el Conde Ruiz de Castilla y fueron liberados ese mismo año.
Este incidente provocó el apresuramiento del golpe revolucionario. En la casa de Manuela Cañizares fue asignado para la toma del Cuartel Real.

Salinas sacó las tropas y las colocó en la Plaza Mayor donde se libró una gran batalla. Allí les dio órdenes de aprensar a algunas autoridades sin abusos de ningún género.

Era considerado el brazo derecho de la revolución, fue nombrado Jefe de la Falange, puesto a la cabeza del ejército con el grado de Coronel.

Ruiz de Castilla presionó a Morales y Salinas para que se firmara el Acta de reposición con el firme compromiso de no tomar represalias. Faltó a su palabra por lo cual Salinas renunció a su cargo.

Fue apresado y puesto en un calabozo en el cuartel realista ocupado por los soldados limeños. Lo encerraron solo, como un elemento peligroso. Se inició un proceso judicial en contra suya y su confesión consta de:


“…todos los barrios de Quito por medio de sus dueños de casa habían firmado su poder para que determinados sujetos ejecuten la Revolución y nombren Representantes que existían en casa de Dña. Manuela Cañizares donde había a más de éstos, sujetos de la primera nobleza, abogados y sacerdotes, a más de que para sostenerla existía en los barrios y centros de la ciudad mucha porción de gentes armadas…” (Juan Salinas).

El 2 de agosto de 1810 los patriotas se propusieron liberar a los presos e iniciaron los ataques a los cuarteles. Lamentablemente los oficiales y soldados realistas comenzaron los asesinatos con los presos indefensos. Es así como falleció Salinas, con cuatro balazos en la cabeza y varias cortaduras en el pecho.

¿Traicionero o traicionado?...Ni la misma historia podrá responder esa pregunta.


“Los cimientos de la Patria para que sean perdurables tienen que amarse con sangre”. (10 de agosto, 1809)“Que la bandera de la libertad del 10 de Agosto de 1809 flamee como supervivencia del espíritu de nuestro pueblo ecuatoriano o de lo héroes que escribieron en esta fecha una página de las glorias de nuestra Historia

No hay comentarios: