miércoles, 25 de junio de 2008

“La homosexualidad no es una enfermedad”

Análisis
Peter Sanipatin, Psicólogo que ha trabajado en terapia de parejas de homosexuales durante 3 años y en instituciones de ayuda para gente contagiada de sida que en su mayoría son homosexuales.
La sexualidad es una parte integral de nuestras vidas desde el nacimiento hasta la muerte. La sexualidad debe ser considerada dentro del contexto del desarrollo humano, no como un secreto a ser guardado por el silencio adulto.
Cuando una persona piensa en “sexo” generalmente piensa en conducta sexual. El rol sexual es como nos comportamos como varones y como mujeres. Mientras se va desarrollando un conocimiento acerca de qué “paquete” tenemos, el mundo envía mensajes sobre el significado del dicho “paquete”. Además, observamos el comportamiento de las personas que tienen el mismo paquete que nosotros, e incorporamos esa información a nuestro repertorio de conducta. Una expectativa del rol sexual, que los niños recogen muy temprano, es no actuar como si se fuera del otro sexo (afeminado, marica, marimacho). Ese tipo de calificaciones ejercen un efecto de restricción sobre los jóvenes varones, a quiénes se les desanima el explotar las inclinaciones que puede tener hacia la danza, las artes en general.
La sociedad está en una etapa de transición en su comprensión de cuáles son las funciones apropiadas del varón y de la mujer. Por ejemplo, el hombre de edad madura que le abre la puerta a la mujer, puede deleitar a su madre y ofender a la colega “feminista”. La identidad sexual de una persona corresponde al rótulo que nosotros mismos nos ponemos según nuestra orientación. En el pasado los clínicos consideraban que la homosexualidad era una anomalía (desviación). Muchos trataron a través de tratamientos de “corregir” el problema, a veces con medidas extremas como el choque eléctrico y la terapia de adversión (“tratamientos” que todavía se emplean hoy). Las investigaciones sobre las causas de homosexualidad, sin embargo, no respaldan el criterio de que se trata de una enfermedad.
La identidad sexual se da hasta los 3 años de edad. Aquí es cuando el padre se acerca a su hija de una forma sexual seductora inconsciente hacia su hija. Por ejemplo, el padre abraza a su hija y le dice mi mujercita, mi princesita, mi nena hermosa. Esto hace que su hija se identifique y sepa lo que le gusta, le atrae. Mira a su madre también con amor pero la madre no se acerca de manera seductora inconsciente, es diferente. La niña solo quiere parecerse a su madre y adopta sus características: su forma de hablar, de vestirse, de actuar en general. Si a esa edad no tuvo esto o su padre o madre tiene algún problema o este perturbada/o no recibirá esto y no se identificará. Quedará un vació. En esta edad se da el 80% de la identidad sexual y el 20% en la adolescencia.
Si una mujer se quedo solo con un 50% y no el 80% tendrá la posibilidad de caer en el lesbianismo si se encuentra con una lesbiana activa porque ella será la pasiva. La forma de conquistar de una lesbiana es muy complicada generalmente las lesbianas no buscan otra lesbiana les gusta encontrar mujeres que no hayan recibido su 80% completo y las puedan engatusar. Generalmente se ganan la confianza, se hacen mejores amigas y crean cierta dependencia, magnifican los errores del novio de la chica para que prefiera estar con ella y no con su novio. Crean tal manipulación y generan tanta dependencia que llegan a convencerlas las envuelven y caen en el juego como lesbianas pasivas. Hay lesbianas que no son transexuales ósea que no cambian su aspecto físico no quieren ser hombres físicamente simplemente les atrae las mujeres. Las lesbianas que cambian su apariencia son transexuales, en sí son hombres atrapados en el cuerpo de una mujer. Ellas son radicalmente lesbianas desde pequeñas.
Cuando una lesbiana consigue a su pareja con mucho trabajo como el ejemplo anterior se aferra tanto a esta pareja que se vuelven muy celosas y por nada del mundo descuidan a su pareja. En las parejas de lesbianas no se encuentra mucha promiscuidad. Como respuesta, conociendo la aversión que la cultura contemporánea manifiesta hacia todo lo que es homosexual, dichos jóvenes empiezan a distanciarse emocionalmente de otras personas. No quieren que nadie sepa lo que sienten y por eso se aíslan de los demás. ¿ y quienes son los “demás”? en general, las personas y las instituciones que antes les eran importantes: los miembros de la familia, los amigos y la comunidad religiosa.

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